Tras la producción por cuatro gestiones del reporte de Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital, la revisión de la línea base y la valoración del progreso y desarrollo del ecosistema TIC boliviano, se puede afirmar que este tiene actualmente la capacidad de mantener hasta dos centenas de startups. Artículo relacionado: Conoce las fases para desarrollar una startup El Mapeo de esta gestión centra su mirada en las Tecnologías de la Información y Comunicación, que es una de las formas que generan innovación en Bolivia, pero reconocemos que las empresas de Triple Impacto contribuyen de manera trascendental a crear una nueva visión de lo que podemos hacer en nuestro País. En pasadas versiones del Mapeo se abordó el accionar de estos emprendimientos y celebramos su existencia. Tenemos la seguridad de que los avances que puedan lograr en el Ecosistema de TIC, permitan abrir la senda para beneficiar a todos los emprendedores de Bolivia. Para aportar a que continúe la evolución, el presente informe identifica los principales desafíos del ecosistema en la tarea de promover la creación y desarrollo de casos exitosos. La pregunta que subyace puede enunciarse claramente: ¿Qué condiciones faltan –o requieren potenciarse entre los actores, organizaciones, sociedad, cooperación local e internacional, además del sistema político– para viabilizar el desarrollo del ecosistema TIC en Bolivia? Para comprender a fondo los desafíos es útil analizar el contexto y conectar puntos claves. Un ecosistema efectivo es aquel en el que cuatro aspectos están desarrollados o se encuentran en un proceso de evolución continua:
La educación es algo clave que Bolivia debe abordar si desea ocupar algún rol en la economía mundial de la tecnología. Existen recursos financieros para brindar acceso a esta. Sin embargo, cualquier oportunidad será de poca utilidad si no existe capacitación adecuada: seis de cada 10 startups tienen dificultades para encontrar personal con el perfil profesional necesario. Una formación técnica adecuada a los requerimientos necesita de una academia en sintonía con las necesidades del mercado laboral de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). A pesar de esto, lo que se puede apreciar es que el análisis de necesidades se realiza de manera intuitiva. En cuanto a la transferencia de conocimientos, algunos actores consideran que los recursos humanos carecen de exposición internacional. Así, la ausencia de programas de intercambio, o de exposición con realidades diferentes, impide conocer el potencial de escalamiento global. Adicionalmente, en este proceso, el conocimiento del idioma inglés es relevante.
El ecosistema muestra cifras interesantes en el desarrollo de las redes de negocio y contacto: el 89% de las startups se contacta entre pares para intercambiar ideas y conocimiento; el 77% ha participado de alguna manera en gremios o redes de emprendedores. Estos esfuerzos potencian las conexiones y mejoran la efectividad del sistema en su conjunto. Por otro lado, dos de cada tres startups han tomado contacto con algún tipo de inversionista y, en la misma proporción, han tenido la posibilidad de beneficiarse de un programa de aceleración. Eso muestra que en el ecosistema boliviano existe generosidad y apertura para compartir conocimientos mediante individuos e instituciones. Ambos factores son claves para mover el ecosistema hacia adelante. Sin embargo, aún existen ámbitos retrasados: el 38% de las startups no ha contactado a ninguna institución que proporciona capital semilla y solo una de cada tres ha participado en concursos de emprendimiento; adicionalmente, sólo mitad de los emprendedores se han beneficiado con programas de incubación. Uno de los puntos mencionados con insistencia es la carencia de un número suficiente de incubadoras y laboratorios que asesoren en el inicio de actividades y ayuden a validar ideas. A esto se suma la falta de financiamiento en etapas tempranas, ya sea con capital semilla, o a través de inversionistas ángeles. La ausencia de incubadoras y financiamiento semilla es un embudo para el desarrollo de las startups. En este aspecto, la participación de los gobiernos locales y departamentales en la búsqueda de soluciones es de suma importancia.
Las instituciones de apoyo indican que existen debilidades organizacionales en las startups, expresadas en el hecho de que solo un tercio de ellas ha comenzado sus actividades con un plan de negocios, y que solo ocho de cada 100 tienen un plan operativo anual. A esto también se suma la falta de recursos humanos adecuados.
Los buenos ejemplos son grandes impulsores para las startups. Hay un efecto positivo que puede generarse a través de la promoción de casos de éxito de sus pares que, a pesar de enfrentar las mismas limitaciones y en el mismo contexto de oportunidades, logran éxito con emprendimientos que escalan y generan verdadero impacto social. Los casos de éxito son principalmente producto del esfuerzo de los fundadores de startups, pero también dependen de las condiciones favorables que les brinde su entorno, es decir, el ecosistema que los alberga. En esta versión del Mapeo, los casos de éxito son Yaigo by Yummy, Delta X y Koban. Artículo relacionado: Yaigo: You ask I go, una empresa de delivery de un equipo boliviano para los bolivianos En términos desagregados, el Mapeo permitió medir un conjunto de variables y obtener un indicador que se muestra en el Gráfico N°1, que muestra que estamos a medio camino de construir las condiciones para tener en un plazo razonable un unicornio boliviano.
Los resultados obtenidos son alentadores: no solo hay más startups activas en el ecosistema en 2022 (185), sino que hay un mayor número de startups nuevas, que prácticamente duplica al dato de las gestiones pasadas. Del total de startups activas, el 57% (106) ha sido identificado en esta gestión –en las anteriores versiones las startups identificadas como nuevas significaron el 42% (67) en 2020 y el 32% (50) en 2021–. Por lo tanto, hay una oportunidad para el ecosistema de potenciar las actividades que han permitido esta dinámica positiva de impulso al nacimiento de nuevos emprendimientos. Otro aspecto auspicioso identificado en la presente gestión es que ocho de las nueve ciudades capitales de departamento de Bolivia tienen presencia de startups, lo que representa un salto cualitativo importante respecto de las anteriores gestiones. Si bien esta actividad económica tiene una clara tendencia a centralizar su accionar en polos de desarrollo, como pasa en otros países de la región, en Bolivia sucede algo distinto: la actividad emprendedora se distribuye a lo largo de un eje de ciudades (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba). Eso es favorable; más regiones tienen oportunidad de acceder a los beneficios que esta industria otorga a su entorno. La distribución de las startups por ciudades se presenta en el Gráfico N°2
Como siguiente paso en el mapeo de los actores del ecosistema, se realizó una cuantificación de aquellos que han estado activos durante la presente gestión. Los resultados se muestran en la Tabla N° 2. Cabe mencionar que algunas instituciones, aunque no han dejado de existir, entran en un periodo de latencia en sus actividades de apoyo a las startups. Por ello, no se las ha considerado en el cuadro.
Aún no se identifican tendencias que sean preponderantes en el ecosistema; a lo largo de los cuatro años estudiados han existido cambios de importancia, como se puede ver en el Gráfico N° 3: un tercio de las startups identificadas ha sido renovado cada año en respuesta a las oportunidades identificadas en los escenarios nacional y mundial.
La participación de las mujeres se mantiene en alrededor de un tercio de los empleados de las startups – dato que, si se compara con el de la región, es algo más alentador–. Sin embargo, si se analiza el equipo técnico, la brecha de género ha aumentado en lugar de reducirse, como se muestra en el Gráfico N°8
En el Gráfico N°10 se puede observar que el 36% de las startups tiene entre uno y dos años de existencia. Una de cada tres (29%) está en el rango de dos a cinco años, y solo una de cada 25 (4%) tiene una existencia de más de cinco años en el mercado. Esos datos muestran que el porcentaje de supervivencia de las startups en el ecosistema boliviano es bajo. En un 72% de los casos las startups fueron ideas o proyectos por al menos seis meses.
De acuerdo con las respuestas de los entrevistados, la principal necesidad que tienen las startups para lograr escalar es el financiamiento. Es llamativo constatar que 59% de las startups sólo cuenta con recursos (liquidez) para operar durante los próximos 12 meses, como se muestra en el Gráfico N° 11. Solo uno de cada cinco emprendimientos (21%) tiene suficiente liquidez para continuar operando indefinidamente.
Descargar el Reporte del Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital en Bolivia 2022