La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) presentó el estudio “Reading in the Mobile Era” (Leer en la era móvil), en el que presenta los resultados de un análisis de 4000 encuestas realizadas en Etiopía, Gana, India, Kenia, Nigeria, Pakistán y Zimbabue, esencialmente a menores de 35 años con respecto a quién lee libros en dispositivos móviles y porqué.
Los hallazgos dan a conocer, por primera vez, los hábitos, creencias y perfiles de lectores móviles.
Según el estudio, millones de personas no leen por una única razón: no tienen acceso a textos. La ausencia de libros – ya sea en países desarrollados o en desarrollo – es un obstáculo para la alfabetización.
A pesar de grandes avances en la industria editorial, los libros permanecen fuera del alcance para un gran número de personas. Un destacado estudio basado en 16 países de África Subsahariana, encontró que la mayoría de las escuelas primarias tienen pocos o ningún libro, desacelerando el proceso de adquisición de la lectura, y por lo tanto, el aprendizaje en todas las materias escolares.
La escasez de libros impacta también a países de mediano y alto ingreso. En Sud África el 51 por ciento de hogares no poseen ningún libro y solo el 17 por ciento de las escuelas poseen bibliotecas. En comunidades pobres en Estados Unidos, el ratio de niños por libro es 300 a 1.
Aunque muchas partes del mundo son pobres en términos de libros, estos mismos lugares son cada vez más ricos en términos de teléfonos móviles. Hoy en día, las Naciones Unidas estiman que 6 billones de personas tienen acceso a teléfonos móviles activos y más del 90 por ciento de la población está cubierta por una red móvil.
La escasa lectura de libros representa una oportunidad para facilitar la alfabetización a través de dispositivos móviles. El precio de la conectividad de datos necesaria para leer un libro de acceso abierto en un teléfono móvil puede ser tan bajo como 2 o 3 centavos, mientras que el costo del equivalente impreso es de 10 USD. Así, el libro físico es 300 a 500 veces más caro que la versión digital. Los libros digitales son también más fácil de distribuir, más fácil de actualizar y, a la vez, más convenientes.
El programa de la UNESCO sobre lectura móvil investiga cómo promover y facilitar la lectura en dispositivos móviles. A través de investigaciones y publicaciones, UNESCO apunta estrategias para difundir la lectura móvil y, por consecuencia, los beneficios educacionales y socioeconómicos asociados al incremento en la lectura.
Fuente: Emprender Futuro
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