Con iniciativa, esfuerzo y capacitación, la mujer boliviana se abre paso en el exigente mercado de la tecnología y logra superar esquemas de postergación y exclusión aún vigentes en un mundo globalizado.
La desigualdad global entre géneros en la enseñanza de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas —de las que saldrán los empleos del futuro— “es sorprendente”, según un informe publicado a mediados de 2017 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Por ejemplo, hoy en día, solo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras de enseñanza superior vinculadas con esos conocimientos son mujeres y solo el 28% de los investigadores del mundo son mujeres, indica.
Esta situación desventajosa se debe a muchos factores, entre ellos a las normas fundamentalmente sociales, culturales y de género, que influyen en la manera en que las niñas y los niños se educan e interactúan con sus padres, la familia, los amigos, los docentes y la comunidad en general, explica el documento.
En Bolivia la situación es similar, ya que aproximadamente el 25% de las matriculaciones en las carreras de ingeniería, arquitectura, diseño gráfico y técnicas corresponden a mujeres, según un estudio a 2016 del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana, recordó Allison Silva, directora de la Fundación Emprender Futuro.
Son muy pocas las que están en cargos gerenciales en el mercado de la tecnología”, aunque “se están abriendo espacios poco a poco, por sí solas”, agrega Silva.
Esta incursión solitaria del talento femenino en el rubro se ve reflejada en el estudio ¿Igualdad digital? La mujer en la revolución digital, de la consultora global alemana Roland Berger, que revela que el 75% de las startups de mujeres fueron fundadas por una sola persona, mientras que la proporción es de 30% en las empresas tecnológicas con alto potencial de desarrollo pertenecientes a hombres, quienes para iniciar su negocio prefieren apoyarse en una sociedad de dos o tres personas.
Poco a poco, las nuevas generaciones están aumentando el número de mujeres en tecnología. Hoy somos (35) las que nos estamos graduando, pero mañana tenemos que ser más”, afirma Rocío Valenzuela, creadora de una plataforma virtual sobre desarrollo humano y representante de las graduadas del programa The 360 Effect-Women & Tech (“El efecto 360 – Mujeres y tecnología).
El programa «The 360 Effect women and Tech» se llevó a cabo con el fin de impulsar el liderazgo, la autoestima y el crecimiento personal de las nuevas emprendedoras, inspirarlas y motivarlas para que incursionen en el ámbito de la tecnología, y compartir la experiencia de empresarias del sector. La idea es romper los viejos esquema machistas que desplazan el liderazgo femenino de la industria tecnológica, explica Silva.
Se ha demostrado que en los próximos años, la tecnología va a representar un factor de ventaja competitiva, no solo en lo profesional o laboral sino también a nivel empresarial. Por eso, es muy importante que desde ahora las nuevas generaciones conozcan experiencias exitosas en innovación y tecnología lideradas por jóvenes mujeres bolivianas”, indica la Directora de Emprender Futuro.
Una de las principales conclusiones del estudio de Roland Berger estableció que para que las mujeres alcancen la igualdad en el nuevo mundo digital tienen que conquistar los trabajos técnicos, apoderarse de la tecnología.
El talento de la mujer boliviana es notorio, por ello se respalda toda clase de proyectos que tienen que ver con su desarrollo y capacitación. Talento femenino en Bolivia existe, simplemente hay que tratar de darle oportunidades”, sostiene Mariane Scott, ministra consejera de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, que apoya The 360 Effect-Women & Tech.
La tecnología no es un lujo sino una necesidad y ahora lo que necesitamos las mujeres del siglo XXI es más información y educación”, asegura Valenzuela.
La mujer se está ganando espacios en las industrias tecnológicas por su capacidad creativa, innovadora y de compromiso con este mundo, en el que su principal oponente no es el hombre sino sus ganas de superarse en el día a día”, considera Claudia Rivero, secretaria general de la Cámara de Mujeres Empresarias de Bolivia.
Esperemos que en las futuras generaciones sean las mujeres quienes, con una mentalidad ya de empresarias y de gerencia, puedan liderar el mercado tecnológico”, concluye Silva.
Nota Original: La Razón