Por DAVID BROOKS, Columnista del New York Times
Febrero 9, 2018
BILL DRAYTON INVENTÓ el término «Emprendedor Social» y fundó Ashoka, la organización que apoya a 3,500 de ellos en 93 países. Él es una leyenda en el mundo de las organizaciones sin fines de lucro, por eso fui a verlo esta semana para ver si podía ofrecerme algo de claridad y esperanza en tiempos desalentadores. No me decepcionó.
Drayton cree que estamos a la mitad de una necesaria pero dolorosa transición histórica. Durante milenios la vida de la mayoría de las personas tenía un cierto patrón. Ibas a la escuela para aprender un oficio o una habilidad – panadería, agricultura o contabilidad.
Después podías entrar a la fuerza laboral y lograr un buen nivel de vida repitiendo la misma habilidad durante el curso de tu carrera.
Pero hoy en día las máquinas pueden hacer casi cualquier cosa que sea repetitiva. El nuevo mundo requiere un tipo diferente de persona. Drayton llama a este nuevo tipo de persona un Agente de Cambio.
Por ejemplo, el fellow de Ashoka Andrés Gallardo es un mexicano que vivía en un vecindario con mucha delincuencia. Él creo una aplicación, llamada Haus, que permite hacer redes con los vecinos. Esta aplicación tiene un botón de pánico que alerta a todo el vecindario cuando un crimen está pasando. Permite a los vecinos organizarse, platicar, compartir estadísticas de crímenes y trabajar juntos.
Para formar y liderar esta comunidad de comunidades, Gallardo tuvo que poseer lo que Drayton llama «empatía cognitiva basada en vivir para el bien de todos». Empatía cognitiva es la habilidad de percibir cómo se sienten las personas en circunstancias cambiantes. «Para el bien de todos» es la capacidad de construir equipos.
No importa si estás trabajando en una cafetería o en la línea de inspección de una planta, las compañías sólo contratarán a quienes vean los problemas y organicen respuestas.
Millones de personas ya viven con esta mentalidad. Pero muchas personas todavía habitan el mundo de seguir reglas y repetir habilidades. Ellos escuchan a la sociedad diciéndoles: «No te necesitamos. No necesitamos a tus hijos, tampoco». Por supuesto, estas personas entran en un modo reaccionario y contraatacan.
El cambio central de nuestro tiempo, dice Drayton, es hacer de todos un Agente de Cambio. Para lograr eso debes empezar joven. Tu hija tiene 12 años. Ella te cuenta sobre un problema – los otros chicos de la escuela son sistemáticamente malos hacia un estudiante con necesidades especiales. Este es un momento importante. Puedes hacer una pausa de lo que estás haciendo y preguntarle si hay algo que ella crea que se puede hacer para resolver el problema, no sólo para este chico sino también para la próxima vez que esto pase.
Muy pocos niños toman acción para resolver el primer problema que ven, pero eventualmente regresan habiendo concebido una idea propia. Ellos organizan a sus amigos y hacen algo. El trabajo del adulto ahora es quitarse del camino. Poner a los niños a cargo.
Una vez que la niña tiene una idea, construye un equipo y cambia su mundo, es un Agente de Cambio. Ella tiene el poder. Ella organizará más equipos. Ella siempre será necesitada.
Drayton pregunta a los padres: «¿Sabe tu hija qué es una agente de cambio? ¿Está practicando la cultura de cambio?» Él les dice: «Si no puedes responder ‘sí’ a estas preguntas, tienes un trabajo urgente que hacer»
En una era anterior, dice Drayton, la sociedad se percató que necesitaba alfabetismo universal. Hoy, las escuelas han desarrollado la currícula y evaluaciones para hacer un cambio de mentalidad universal. Ellos entendieron que este es el criterio para el éxito.
Ashoka ha estudiado movimientos sociales para encontrar cómo este cambio de mentalidad puede ser promovido. Resulta que movimientos exitosos toman pasos similares. Primero, juntan a un grupo de organizaciones co-líderes poderosas y ambiciosas (Ashoka está trabajando con las universidades del Estado de Arizona y George Mason). Segundo, el grupo está abierto a todos (nunca se sabe a quién se le ocurrirá una idea crucial). En tercero, el movimiento crea telenovelas con episodios diarios (el movimiento de los derechos civiles creó dramas televisados con personajes buenos y malos, como la marcha de Selma).
Me pregunto si todos quieren ser un Agente de Cambio en el molde de Drayton. Me pregunto sobre cualquier visión social que no sea fundamentalmente política.
Puedes tener una nación llena de Agentes de Cambio locales, pero si el gobierno está podrido, su trabajo rinde poco. El sector social nunca se ha enfrentado por completo con la presencia permanente del pecado.
Pero la genialidad de Drayton es su capacidad para identificar nuevas categorías sociales. Desde que inventó la categoría de emprendedor social hace 36 años, cientos de miles de personas han dicho, «Sí, eso es lo que quiero ser». El Agente de Cambio es una expansión de ese tipo social.
La transformación social viene de la transformación personal. Puedes cambiar al mundo cuando sostienes un nuevo y más atractivo modo de vida. Y Drayton quiere hacer universal una cualidad que muchas personas ni siquiera ven: La proactividad.
Millones de personas no sienten que puedan tomar el control de sus propias vidas. Si pudiéramos darles a todos la oportunidad de experimentar un momento de proactividad, de expresar amor y respetar en acción, las ramificaciones realmente podrían cambiar al mundo.
Leer el artículo original en inglés en el New York Times