Un emprendedor necesita contar con todas las habilidades posibles para echar a andar y escalar su negocio. En la actualidad, hay tres aptitudes que todo empresario debe cualificar en base a conocimiento teórico y práctico: el crecimiento y desarrollo personal, el manejo de herramientas gerenciales y el dominio de habilidades relacionadas a las nuevas tecnologías para respaldar su innovación y competitividad.
Las cifras que lanzan los estudios -uno de los últimos es el Monitor Global de Emprendimiento 2014 (GEM, por sus siglas en inglés)- demuestran que los emprendimientos bolivianos que surgen por oportunidad se han incrementado en Bolivia. Esto ha ocurrido, según la directora ejecutiva de la Fundación Emprender Futuro, Alison Silva, «gracias a la bonanza económica que ha habido durante los años pasados”.
Sin embargo, del lado contrario, los emprendimientos que nacen por necesidad también ascienden. «Para 2014, los emprendedores por oportunidad representan el 21% del total de la población adulta, mostrando así una reducción en comparación con el nivel registrado en 2010 de 31,6%, aunque el nivel se mantiene similar en 2008”, según el informe de GEM.
Según el GEM, en Latinoamérica y el Caribe el país ocupa el tercer lugar en actividad emprendedora, por detrás de Ecuador y Perú. Presenta un porcentaje de actividad emprendedora en etapa inicial (TEA) del 27,4% de la población adulta, lo que representa el cuarto lugar más alto entre los países de economías basadas en la explotación de sus recursos naturales y el sexto lugar más alto entre los 70 países que aplicaron el GEM en 2014.
Empero, «un problema que tenemos con muchos de los emprendedores es que inician un negocio pero no crecen”, según Silva. Ella, como líder de una organización que se dedica a respaldar a emprendedores, conoce una serie de experiencias en el país.
Cuando alguien emprende, lo primero que debe hacer es nutrirse de la mayor cantidad de conocimiento sobre mercado, sobre lo que hace y cómo puede optimizar sus esfuerzos. «Cuando un emprendedor tiene ese chip de optimización de los procesos, automáticamente busca más información y empieza a asociarse; al final se asocia con sus proveedores, con sus clientes, hace una cadena productiva y lo hace de forma empírica”, explica Silva.
Empero, desde el punto de vista de Jenny Escóbar, especialista en comunicación estratégica, «si el pilar fundamental de un negocio son los valores y la necesidad de trascender, un emprendedor buscará dar siempre lo mejor de sí para no sólo sobrevivir y sostenerse económicamente, sino para sobre todo dejar un beneficio a otras personas”.
Esa perspectiva diferente de negocios suele ser muy descuidada. Gran parte de los emprendedores por necesidad están tan metidos en su afán del día a día que muchas veces gastan demasiado esfuerzo para lograr algo que hubiesen conseguido con menos esfuerzo si tan sólo alguien les hubiera mostrado antes el camino.
Muchas veces, en los emprendimientos por necesidad, los emprendedores están tan en el negocio que se olvidan que tienen que seguir creciendo, porque es como una forma de vida, se ha hecho una forma de vida”, explica Alison Silva. Ante ello, es clave que quienes encabezan un negocio decidan moverse de su espacio de confort para ambicionar y llegar a más.
Cuando hacen eso entonces buscan más capacitación, buscan más socios, más redes de contacto donde puedan aliarse. Salir del espacio de confort y buscar más allá de lo que hay frente a uno es lo primero”, aconseja Silva.
La recomendación de Silva y Escóbar es buscar capacitaciones, pero indagar sobre aquellas que se enfocan en las verdaderas necesidades de los emprendedores. Si bien la mayoría de las herramientas son útiles para todos, no todos los emprendedores necesitan conocer más sobre lo mismo.
En al menos los últimos cinco años, muchas instancias públicas y privadas han comenzado a virar su interés hacia un segmento tan creciente como el de los emprendedores e innovadores. Pero las iniciativas de apoyo todavía están muy disgregadas.
Como una iniciativa para centralizar estos esfuerzos la Fundación Emprender Futuro puso en funcionamiento, hace año y medio, el portal web www.boliviaemprende.com. Esta plataforma contiene información útil para los emprendedores, desde noticias, pasando por estudios, hasta convocatorias a cursos y concursos, tanto de la Fundación Emprender Futuro como de otras instituciones privadas y públicas.
Bolivia Emprende es un escenario donde toda la información necesaria está presente, lista para que cualquier emprendedor pueda verla. En este año y medio que trabajamos, hemos empezado a sistematizar toda esa información y hemos visto que uno de los componentes importantes era la capacitación”, afirma Silva.
Al ver esta necesidad, la Fundación Emprender Futuro se planteó la formulación de varios cursos denominados Two Days, que constan de dos días intensivos de asesoramiento sobre diferentes temáticas específicas. Además, por primera vez, desde inicios de octubre realizan el Programa de Liderazgo Emprendimiento e Innovación (PLEI), un curso de ocho semanas pensado desde emprendedores para emprendedores.
En estos talleres, además de adquirir conocimientos, los nacientes empresarios bolivianos pueden hacer networking para agrandar sus espacios de alianzas de negocios. Asimismo, uno de ellos podrá acceder a un espacio para una capacitación internacional donde también podrá ampliar sus contactos.
Jenny Escóbar, también docente dentro del PLEI, explica: «Más allá de tener un negocio, debe haber una necesidad a la cual responder; mucha gente puede responder a la misma necesidad, pero nadie como uno mismo, ahí está la innovación”.
Las ideas que un buen emprendedor propone son únicas porque son pensadas en la gente y no en las necesidades de uno mismo. «Esto implica ejercitar una comunicación al revés; en vez de tener una comunicación de arriba para abajo, partir de abajo”, sostiene Escóbar. Ello implica partir de la necesidad de las personas y conociendo cómo están actuando ellas en respuesta a esas necesidades.
Un emprendedor debe pensar de qué manera quiere trascender, qué impacto quiere dejar ya sea en su entorno cercano o en ámbitos más amplios. Cuando un negocio comienza con esta visión quiere decir que está pensado para llegar a ser algo grande. «Un emprendedor tiene una gran responsabilidad con el país, porque apuesta por algo en un momento clave de su vida, que afectará a su vida y a otras personas que vienen detrás”, enfatiza la especialista en comunicación estratégica Jenny Escóbar.
La condición para desarrollar emprendimientos exitosos es que los emprendedores se conecten con su esencia, que respondan a la pregunta: ¿Qué estaría yo dispuesto a hacer por los próximos cinco años?”, señala el coach ontológico de líderes y emprendedores Juan Carlos Vacaflor.
El también administrador de empresas con especialización en desarrollo empresarial y marketing estratégico, sostiene que «lo que el emprendedor necesita es vincularse con su esencia, hacer lo que más le gusta, ser el tipo de persona en la que quiere convertirse”.
Vacaflor es uno de los docentes del Programa de Liderazgo Emprendimiento e Innovación (PLEI), un curso organizado por la Fundación Emprender Futuro y que se lleva a cabo en los ambientes de la Cámara Nacional de Industrias.
Aunque en el país y en el mundo la innovación ha sido relacionada con la creación de nuevos conceptos o con la invención, este especialista en asesoramiento a emprendedores considera que «la innovación es el proceso de construcción de una realidad que ahora no existe, pero que si se trabaja en ello se puede lograr”.
Todas las personas pueden convertirse en líderes y las claves para llegar a eso son el compromiso con la realidad, el desarrollo de la autoestima, la actitud mental positiva, la responsabilidad y el desarrollo de la inteligencia emocional.
Fuente: Página Siete